lunes, 9 de abril de 2012

RESEÑA 2: La Representación de Autoridad y del Evangelio en el Discurso

Michel de Certeau (1925-1986) fue un jesuita, filósofo e historiador Francés; fue también uno de los fundadores de la Escuela Freudiana de París,  director de estudios de l'Ecole des Hautes Études et Sciences Sociales de París, profesor en San Diego y Ginebra, y escritor de varias obras entre ellas: La Debilidad del Creer publicada por primera vez en 1987.
Esta obra trata de las relaciones de poder en representaciones de autoridad, reflejadas por los líderes, pastores o apóstoles en general. La forma de autoridad es evidenciada mediante la comunicación que aporta dos premisas esenciales en la consolidación de un discurso eficaz: la presencia de la escritura (los evangelios) y las expresiones en forma personal o colectivo de parte de los líderes religiosos. 
El propósito del autor, es evaluar la formas de autoridad consolidadas a través de un discurso religioso.


Comenzando, Michel dice que los criterios del evangelio presentan una modalidad unificadora, necesaria y enigmática de la autoridad de la escritura, válida, para comunicarse entre los congregados y con el pasado; y sin embargo es necesario que se comunique también, en relación al presente para tener mas seguimiento y comprensión (1987, La Debilidad del Creer). En todos los discursos religiosos o por lo menos los cristianos sin excepción, hacen alusión a por lo menos un versículo de la biblia donde sustentan su idea, generando mas seguridad y veracidad a lo que se dice, este acto en sí, le da cierta autoridad primeramente a la escritura puesto a que se refleja como la Verdad Absoluta, cuya historia y larga trayectoria representan una utilidad pasada y por lo tanto presenta, que, como tuvo función en el pasado, de igual manera puede penetrarse en la vida diaria del presente.


Por otro lado,  el discurso en las autoridades resalta actualmente experiencias colectivas o personales, como forma de hacer mas real y viva la misma experiencia de ser "cristiano. Es por ello, dice Michel que esa urgencia da lugar a los pequeños grupos de cristianos que hoy intentan circular su fe gracias a una comunicación como no pueden lograrlo ni sobre la base estrecha del texto evangélico ni en el marco (demasiado flojo o quebrado) de un repertorio de autoridades verdaderamente universales, estas pequeñas comunidades de reflexión y de acción elaboran un lenguaje a partír de referencias creíbles y signos de reconocimiento elucido en común (1987, La Debilidad del Creer). 
Esta actitud discursiva de una pluralidad evidenciada en un "nosotros", y lenguaje de "tu- a -tu", resulta ser más efectivo a la hora de crear un dogma, si primeramente se aclaran dudas, y se penetra la religiosidad en la vida de cada individuo selectivamente, puesto a que en un pequeño grupo todos son tomados en cuenta, y a todos se les termina por tener un seguimiento de sus acciones, actitudes y pensamientos en su diario vivir.


Las formas discursivas manejan siempre una actitud jerárquica, como motivo a ser "tomados en cuenta" a la hora de exponer una idea. Esta actitud  se define como autoridad, donde a la vez utilizan medios imperativos para generar credibilidad como lo son: el evangelio y la comunicación colectiva y personal. Resulta ser una manera siempre persuasiva, donde se busca pasar por encima del criterio de los demás con el fin de imponer el que el locutor presenta, y por eso utiliza medios confiables, ahora bien, es evidente su eficacia, sin embargo algo controversial, a la hora de edificar un juicio válido de lo verdadero, puesto a que como se evidencia mediante el acto imperativo, cualquier tipo de juicio de parte del público es resultado de una imposición, es decir, que cualquier creencia de una verdad es ocasionada principalmente por la exposición de ella de parte de un locutor. 


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