miércoles, 4 de abril de 2012

La Psicologia de las Masas, según Sigmund Freud

http://homepage.mac.com/eeskenazi/freud_masas1.html

Esta obra, escrita por Sigmund Freud es importante analizarla en el discurso religioso a hora de abordar las causas en que se adhiere el discurso en las masas. Complementando un poco con el post referente a la manipulación, es útil sustraer el termino "masa" y su respectiva definición, la cual se entiende como un cuerpo amorfo incapaz de valerse por si mismo de manera independiente, tanto que acude a un agente intelectual que imponga sus ideas e ideologías sobre él mismo; se hace necesaria esta concepción al implementarla en una psicología de las masas, donde Freud realiza una investigación frente a las colectividades en el designio religioso.

Freud hace uso de dos términos con los cuales se hace valer de una teoría de colectividades donde la masa se mantiene en cohesión, y el individuo englobado en ella renuncia a lo que es personal. El primero de ellos es la sugestión donde el individuo se deja influenciar por un poder externo a el, y se retrae de su existencia, convirtiéndose en sujeto de ese poder o de esa autoridad quien le inculca sus ideales. Esta forma de sugestión, la explica Freud, como una consecuencia del libido o del "amor por los demás", de manera que el individuo siente la necesidad de hallarse de acuerdo con su autoridad y por ende con su entorno que en oposición a ellos.

Ahora bien, juntando estos dos conceptos en la iglesia como tal, vale primeramente definir esta institución según Freud, como una masa artificial, sobre las que actúa una coerción exterior encaminada a preservarlas de la disolución y a evitar modificarlas de su estructura. Esto es importante si entendemos a la colectividad como un grupo de personas tan arraigadas entre sus ideales, que componen una mentalidad unanime, generando un sinnúmero de normas específicamente morales, en cuanto represente el beneficio en conjunto, algo como una moral colectiva según el sociólogo, Emile Durkheim o un socialismo, donde quien incumple una norma es severamente castigado o diferenciado del resto, y quien no pertenece a esta colectividad no es por lo general, tenido en cuenta y se es intolerante frente a sus actitudes diferenciadas.

Como manera de concluir, esa unanimidad en acciones comportamientos, pensamientos, representaciones cotidiana,s etc. invoca también una unanimidad vocacional y por ende discursiva, donde los diálogos, los términos, las predicas y las mismas conversaciones entre congregados es semejante entre si, puesto a que es racionalizada dentro de este grupo al ser  compuesta por una masa. De manera que resulta ser mas sencillo a un agente externo o a un no congregado repetir un mismo comportamiento, o incluso discurso y terminar rápidamente involucrado en ella por el poder de las masas, es decir, por el sentimiento de no querer sentirse diferenciado, ni excluido en una actitud de sugestión de parte de la colectividad y un cierto libido de él frente a ella. 

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