martes, 10 de abril de 2012

Entrevista a no Congregados

De modo de entrevista, algo informal a Ana Inti Mantilla, estudiante de sociología  y Luis Parra, estudiante de derecho, tras haber asistido por primera vez a la Iglesia Misión Paz de las Naciones, se tuvieron varias impresiones que finalmente dieron lugar a unas conclusiones claras frente a la postura de cada uno y la que tendrían los demás siendo congregados de la iglesia, intentando ser algo objetivos en algunas ocasiones frente al ¿Por qué y para qué se asiste a la iglesia Cristiana?

En primer lugar, a Ana Inti, cuando se le preguntó sobre su primera impresión respecto a la iglesia y a los discursos o formas de comunicación, se sintió aludida por un "bombardeo" de publicidad frente a las actividades que ofrecía la iglesia, promoviendo principalmente los congresos cristianos y la manera de cobrar para ellos; donde después de promocionarlos con varios incentivos positivos, de progreso y de éxito se les recordaba pagar por ellos en un stand que tenían al lado de la tarima. 

Luis Parra, se conmocionó principalmente por la forma de prédica que iniciaba por el discurso frente al diezmo, donde constantemente se difundía un versículo de la biblia que hablaba de entregarlo todo (en noción al dinero) para luego, recibirlo todo (nuevamente refiriéndose al dinero); viéndolo en forma de controversia, puesto a que incitaban a desinteresarse por el dinero, esperando a la vez que de esta forma se esperase recibir una recompensa a cambio (que usualmente iba encaminada haca el éxito o progreso económico). 

Después de estas impresiones, se detallaron las formas de discurso donde parra exponía explícitamente la forma de contraposición, o de una lógica opuesta, donde para hablar de Dios, de debía hablar de diablo y de las cosas "mundanas", por otro lado, se detallaron, los gestos imperiales de señalar con el dedo, los cambios frecuentes de tonalidades, las preguntas y los chistes como formas de captar la atención del público.

 En todas estas se llegó a la conclusión de que esta forma de socializar la ideología cristiana a través del discurso a un público, resultaba eficaz pues lo hacia participe, le generaba emociones, sensaciones y afinidades mediante un lenguaje semejante al de él. A su vez que lo hacia curiosamente semejante al de un discurso político como lo podría ser el de Hitler, Uribe o Gaitan donde se genera unas sensaciones y sentimientos de afinidad frente a lo que se expone, siendo éste, dinámico, imperioso y versátil. En todas estas se obtuvo otra conclusión algo mas objetiva que las anteriores puesto a que se buscó "poner en los zapatos" de los demás, en este caso de los congregados, donde se afirmó que era una entidad necesaria con los discursos y lenguajes necesarios de parte de los líderes, donde como entidad constituía una comunidad en una sociedad de individuos en el que se habita en la modernidad, donde el sentimiento del mutualismo, de solidaridad y sobre todo del consuelo se imponía en este espacio familiar comunicativo, con base a un público algo desalentado, o con necesidad de esperanza divina, o de simple temor a Dios como para sentir afinidad con un discurso alentador y de consuelo para las ausencias del público oyente. 

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